Día ➊❽
“Dios responde a tu clamor”
“Clama a mí y yo te responderé y te enseñare cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3
Alguien ha afirmado que la oración es la respiración del alma, personalmente yo estoy de acuerdo con esta afirmación. Hay que reconocer que es imposible que un verdadero cristiano tenga una vida sin orar, de clamar a Dios. En otras palabras vivir sin comunicarse con Dios, con su creador, con su Señor y salvador. Por lo tanto, podemos decir sin lugar a dudas que la oración es vital, es necesaria, es de suma importancia en nuestra vida como cristianos, como hijos (as) fieles a Dios quien ha demostrado su amor incomparable hacia nosotros.
El profeta Jeremías escribió estas palabras cuando estaba encarcelado; El rey Sedequias lo tenía preso por haber sido obediente a Dios al informarle al rey la calamidad que le esperaba tanto a él como al pueblo por haber sido desobedientes al pacto de Dios. Todos ellos le habían dado las espaldas a Dios.
Sin embargo, Dios por medio de Jeremías extiende su amor y misericordia. Si ellos se arrepentían, Dios los perdonaría y los restablecería a su tierra, aunque hayan sido esparcidos por todos lados. Él Dice: “Clama a mí”, es decir Dios nos invita a que clamemos a Él, a comunicarnos con Él por medio de la oración. No importa lo que hayamos hecho o qué situación o circunstancia enfrentemos, Dios está siempre listo y dispuesto a escucharnos. La línea de comunicación a Dios nunca está demasiado ocupada, de tal manera que nos tengan que poner en espera o que escuchemos que hay muchos otros en la línea y hay que esperar nuestro turno. La línea de comunicación con Dios siempre está abierta y disponible para ti y para mí. Seguidamente Dios dice: “Yo te responderé y te enseñare”, Dios promete respondernos y enseñarnos. Dios no miente, su repuesta puede ser “sí”, “no” o “espera”. No importa cuál sea su respuesta, Él nos enseña a confiar y depender de Él. Hay que reconociendo que Él sabe lo que es mejor para ti y para mí.
Finalmente, nos informa que lo que nos enseñara son cosas grandes y ocultas que no conocemos. Con esto en mente, no importa la situación que estés pasando, las circunstancias que te rodean; Tu y yo podemos clamar, orar a Dios, Él está presto a escucharnos, y mientras esperamos su respuesta, podemos descansar confiados que Dios está a nuestro lado para fortalecernos y animarnos. Bendiciones en este día y siempre.