Día ❷❼
“CUANDO LOS PROBLEMAS NOS ABRUMAN”
El Salmo 55 inicia diciendo,
“escucha mi oración, oh Dios; ¡no pases por alto mi grito
de auxilio!
Por favor, escúchame y respóndeme, porque las dificultades me abruman.”
Dicen los comentaristas bíblicos que este salmo fue escrito por David en la época de la rebelión de Absalón, su hijo, y la traición de Ahitofel, su amigo. David tenía mucha razón para sentirse abrumado por los problemas que enfrentaba ya que tuvo que huir y dejar toda la comodidad del palacio y enfrentar a los opositores que los insultaban. Muchas veces nosotros nos sentimos abrumados como el salmista, sentimos que Dios no escucha nuestras oraciones y los problemas y dificultades son cada día más.
Los problemas raciales, la injusticia social, la identidad de género, la pérdida de valores y respeto a los demás; son cargas que la sociedad en que vivimos nos ha impuesto por haberse alejado de Dios, nuestro creador. A todo esto, hay que sumarle nuestros problemas personales, económicos, familiares y de salud tanto físicos como emocionales, y porque no decirlo a veces espirituales.
Todos tenemos momentos en los que quisiéramos huir de todo y escapar de los problemas y presiones de la vida como David. El Salmo 55:6-7 dice, “si tan solo tuviera alas como una paloma, ¡me iría volando y descansaría! Volaría muy lejos, a la tranquilidad del desierto.” Lamentablemente estamos en este mundo y no podemos huir de los problemas. Jesús nos dijo que en el mundo tendríamos muchas pruebas o aflicciones. Pero lo bueno en medio de todo esto es que Dios siempre sostiene su creación y está pendiente de todos nuestros problemas. El apóstol aconseja lo siguiente, “pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” (1 Pedro 5:7)
En otras palabras, Pedro dice lleven a Dios en oración todas las dificultades que los abruman porque él es quien les puede ayudar.
La Oración es una acción sincera y voluntaria de comunicación con Dios. En ella, expresamos con nuestras propias palabras la necesidad que tenemos del favor de Dios. Jeremías dice que Dios nos oirá cuando lo busquemos de todo corazón (Jeremías 29:12-13)
Si nos preguntamos ¿Cómo puedo orar? Recurramos a las escrituras en ellas encontraremos muchos ejemplos de oraciones que pueden ser nuestras guías. Dios no pide que seamos elocuentes, talvez como los fariseos, sino que seamos sinceros con él, aun lo discípulos le pidieron que los enseñara a orar y de esa solicitud sale el padre nuestro que todos conocemos.
Dios quiere llevar nuestras cargas, pero a menudo continuamos llevándolas nosotros aun cuando decimos que confiamos en El. Confiemos en que la misma fuerza que sostiene la creación, lo sostiene a usted y a mí, también puede llevar nuestras cargas, problemas y ansiedades que nos abruman.
Oremos: Padre te damos gracias porque sabemos que tú nos escuchas en cualquier momento que acudimos a ti, ayudamos a acercarnos con toda confianza a tu trono para recibir misericordia y encontrar la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. El salmista nos recuerda esto, “entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.” Salmos 55:22. Oramos en el poderoso nombre de Jesús, Amén.