Día ❷
“El hábito que marca
la diferencia”
“Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús”.
(1 Tesalonicenses 5:17-18 (NTV))
Como bien sabes, o por lo menos has escuchado, hay diferentes tipos de oración.
Oración de alabanza, adoración, intercesión, petición, confesión, entre otras. Yo quiero compartir contigo una que ha marcado la diferencia en mi vida, la ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO.
A mediados del año pasado crucé por una de las jornadas más difíciles que jamás había experimentado, tanto física como emocional y espiritualmente. Esto me llevó a un punto crítico en el cual me vi en la necesidad de tomar decisiones que tenía miedo al imaginar todo lo que eso implicaba; mil cosas perturbaban mi mente y corazón. En esa etapa fue cuando escuché el pasaje bíblico; “Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:17-18 (NTV)
Hacer una oración de acción de gracias es la que me ha llevado a ser y estar consiente de todo. Tal vez seas una persona disciplinada en tener esa oración constante con nuestro Dios, lo cual te aplaudo y admiro. Mi invitación es para hacer una oración de agradecimiento más intencional.
No solamente agradezcas a Dios en pensamiento o en voz alta, sino que tengas un diario y plasmes tus agradecimientos de puño y letra. Escribe tus agradecimientos tanto de lo que Dios ya hizo, de lo que está haciendo y lo que hará en tu vida. El convertir esto en un hábito para mi ha marcado la diferencia. Si ya tienes este hábito doy gracias a Dios por ello y si aún no lo tienes mi oración es que puedas experimentarlo.
Dios, gracias por las personas que se han tomado el tiempo de leer esta pequeña reflexión. Gracias por lo que haz hecho en su vida, lo que estás haciendo y lo que harás. En el nombre de Jesús. AMEN