Todos debemos orar con fe, porque la oración sin fe no tiene éxito. Al orar hablamos con Dios, al leer la Biblia Dios nos habla. Orar con fe es orar desde lo más profundo de nuestro corazón. Al hacerlo debemos confiar que el Señor está escuchando nuestras plegarias. 

Cuando oramos a nuestro Padre celestial hay que tener la suficiente fe que nos escucha y su respuesta llegará en el tiempo exacto. Porque el Señor responde las oraciones en su tiempo. Puesto que la Biblia dice; “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mateo 21:22 RV60). 

La Biblia nos enseña que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6), esto significa que es necesario tener una buena relación con Dios para que de alguna manera la oración y la fe del que ora sea atendida por Dios. No olvidemos que la fe es la herramienta que se nos ha entregado para agradar a Dios. Así que la oración con fe agrada a Dios. 

Orar con fe es un privilegio. Hace posible que Dios continúe poniendo en nuestros corazones el poder servir a los más necesitados; esto se logra solo por la oración acompañada de la fe. Se requiere fe para poder e ir y servir y ayudar a personas que están en gran necesidad. 

Como saben, mi esposo y yo, en la iglesia en la cual servimos, “La Voz de la Esperanza” oran por la misión que realizamos cada año al país de Honduras. Dios ha sido bueno en estos viajes misioneros desde hace algunos años que lo empezamos a realizar. Quiero decirles que muchos seguidores de Cristo están orando para que esta misión continúe. La oración colectiva con fe es poderosa. Somos testigos de la obra misionera crecen continuamente en esos lugares remotos de Francisco Morazán. Los resultados son entusiastas, nuevas iglesias se han plantado como resultado de servir a Dios con fe. También los pastores locales son animados en la fe. 

Agradezco infinitamente por sus oraciones. Contínuemos confiando en Dios por fe para que nos continúe sosteniendo los años venideros.

Blanca Castro.